Tenemos abajo dos artículos en la misma dirección web. (1) Dolares sin bolívares: entre la mano invisible y el orden espontaneo, y (3) los deseos de muchos quienes piensan que el Gobierno de Maduro dolarizará la economia incluyendo al bolívar.

Hay dos maneras de ejecutar una decisión de política pública, una por las malas, en Venezuela la cosecha es abundante, así se compare con Argentina, un pais que ha empobrecido secularmente por malas politicas, La otra es por las buenas siguiendo la racionalidad de lo económico, que dice que si una decisión puede ser fatal, no lo es per se, sino porque quienes la toman, además de ser ignorantes, buscan los caminos de enriquecerse en la vuelta, los políticos venezolanos no tienen paz con la miseria.

Las cosas han ocurrido siguiendo la escasez de papel moneda, curioso fenómeno generado, por las deudas del Gobierno con las fabricantes de papel moneda y la escasez de dólares para cumplir con sus deudas -default con bonos en default y no default en venta con descuentos hasta de 80%, además de la violenta y voraz caída del poder de compra del bolívar respecto del dólar. Por camino llegó el billete de mayor circulación en el mundo, un (1) dólar, el proceso de sustitución del dinero, típico en entornos hiperinflacionarios, se ejecutó casi totalmente. Afuera queda un 75% de venezolanos con cuatro dólares de salarios mínimos, y un pais empobrecido en los parámetros centroafricanos.

La gente decidió creer más en “.in God we trust. .» y dejar de creer en el bolivar -y luego de una revolución muchos dejaron de creer en Bolivar, y en el propio gobierno, pocos se dieron cuenta que la “mano invisible” del mercado y libres precios de Adam Smith y del “orden espontaneo” de F. Hayek que expresa que ese orden gobierna las acciones del individuo en búsqueda se su propio beneficio -y en general- de un sistema social -y económico- son producto de fuerzas espontáneas que operan fuera del control directo del hombre.

Pero no esperemos que esto continúe, la hiperinflación es un sistema, eliminarla requiere grandes reformas, una fiscal (privatizar masivamente), otra monetaria dolarizar las transacciones monetarias permitiendo a todas las valutas circular como monedas de curso legal y otra de la constitución, acabar con el socialismo y traer el capitalismo, solo que no pareciera este el rumbo del actual gobierno y tampoco lo que ofrece entre líneas Juan Guaidó quien es simpatizante de un socialismo vegetariano, pero socialismo al fin.

Bajo esos dos ‘reflejos’ el de la mano invisible y el orden espontaneo la lucha por la libertad nos conduce por un camino de satisfacción y utilidad, una ley del comportamiento humano, la derrota de la hiperinflación, el empobrecimiento solo será servidas si el individuo se siente libre, el beneficio general del individuo solo podrá transcurrir en un medio donde propiedad privada, el mercado y precios libres fluyan libremente por voluntad del hombre.

Así, al perder el bolívar -impreso por ese Gobierno en el cual ya no se cree, pero lo oprime – todo su poder de compra de la moneda se ha ido, queda solo el del dólar; el bolívar fue convertido en apenas una moneda de cuenta, la cual solo servirá -como no lo sirven tampoco las cuentas en un ábaco- para codificar cuantos dólares existen realmente para respaldar las finanzas del propio gobierno, y en su caso, el hombre de a pie, personal. En adelante el proceso es indetenible, nadie podrá hacer volver la confianza a una moneda del cual el individuo más humilde no es su propietario, ha sido privado por leyes, restricciones de corto y largo plazo, represión y perdida de la libertad de ser propietario.

El respaldo de los bolívares que muchos tenían, en su poder personal, pero no su propiedad, y que estaba prohibido utilizar, eran -y serán transados off shore y consumidos en forma de bolívares, hasta que la moneda deje ser propiedad del gobierno, un pesado fenómeno que va dando paso a la circulación de una moneda, que no siendo de curso legal, quien la posee si es su propietario y no será “inflacionada” por el gobierno, este no la imprime. Ese dólar fue y sigue siendo, reserva de valor; y hoy sustituyendo al bolívar, en un fenómeno que suele ocurrir allí donde el gobierno camina por una agenda de financiarse con la (hiper)inflación, no tiene opción, se trata ahora de sobrevivir en el poder.

De esa manera, los dolares hoy circulan, libremente, con alguna precaución, el gobierno no le quedo otra que eliminar las restricciones, aunque no todas, pero sin perder su horizonte de gobierno expropiador, habrá que tener cuidado con la transferencia de ese dólar al BCV porque terminaría financiando el gasto deficitario del gobierno, además de los caminos de la corrupción. Ese dólar en poder del individuos, es su ahorro personal, donde quiera que se encuentra, listo para que de la mano invisible aparezca en las calles libremente.

Así se convirtió en muchos como moneda de curso personal y en otros como unidad de cuenta -off shore- en el mismo momento en que la gente pudo comprender que la hiperinflación habia sido traída por el gobierno para poder financiar su déficit, moneda de cuenta por cierto similar al legendario maravedí español, la moneda de cuenta creada por el Alfonso el Sabio Rey de Castilla en los 1286 y por la Corona de España y que duro cerca de 700 años. EL gobierno de este fracturado y empobrecido pais se queda con su dinero propio y con el sostener la hiperinflación que continúa empobreciendo a quienes no tienen aún acceso al dólar.

Así, la gente pasó a transar con billetes constituidos en un cono monetario, protegidos por su “ninguna” inflación. El «nuevo” invisible cono monetario de dólares sustituye al coño monetario de bolívares de papel y electrónicos que no tienen valor intrínseco alguno y los imprime el gobierno para pagar su colosal déficit fiscal, la enfermedad que empobreció y destruye la familia venezolana.

Los billetes de un dólar hasta 5 dólares en términos facticos circulan para resolver el problema causado por escasez de efectivo, una moneda que el petroleo canjeaba por balanza de pagos hacia el poder del BCV. La caída de las exportaciones petroleras por el colapso de la industria petrolera redujo a cero las reservas internacionales, y digo a cero porque de esa balanza de pagos no poseemos balances de situación de liquidez internacional, pero si sabemos que como reservas internacionales circulan en el BCV bonos del gobierno hoy valorados a 25% de su valor facial, aunque estén a cuenta de su valor facial a final de periodo, los próximos 15 a 20 años.

El dólar en manos de la gente, su propietario de facto y legal  -debería ser de ley- no tendrá ninguna relación con el petroleo, lo cual es una ventaja, -no pertenece al gobierno- sino que crecerá sobre el dominio personal que cada quien imponga en su vida, ese dólar no lo puede envilecer el gobierno, no es impreso como unidad de valor por el gobierno, el mercado y sus precios se ha dolarizado y ha sido impuesto por la “mano invisible”. Y quien no lo utilice como efectivo para adquirir bienes, lo utiliza como unidad de cuenta, porque los bolívares que aún el mercado utiliza como unidad de cuenta, tienen un respaldo en su poder y no en el BCV, aunque tampoco puede imprimirlo, si desea obtener más, lo hará bajo la fuerza del trabajo y su emprendimiento.

Esta dolarización conducida por la mano -que muchos ahora pueden ver- invisible, también elimina aquellas visibles manos de los gobiernos para devaluar y depreciar el dinero que ellos imprimen, un despojo realizado, sin otra razón que la violencia coercitiva del Estado/Gobierno armados para la ocasión, para fijar precios arbitrarios del dólar en moneda local, con controles y como mecanismo político para financiar el déficit fiscal, así como empobrecer a sus conciudadanos, además de decidir cuantos bolívares por dólar ese gobierno compraría esos dolares que no le pertenecen, y que con todo el cuidado cada individuo desde hoy debe cuidar que ello no ocurra, el robo al dólar hay que detenerlo antes que el gobierno actué, y son las remesas enviadas desde el extranjero a las que el Gobierno quiere tomar, a cualquier costo, inclusive para ellos, una eventual dolarización a lo Zimbabue.

Así preferiblemente utilícelo como cash y en condiciones de confianza su tarjeta y billetes de dólar de mayor denominación. Hoy no deberían ser como el gobierno desee, sino los que el mercado y esa mano invisible digan. En otras palabras, el salario será medido en dólares, aunque no sea tan visible, los dólares que la gente gana al transar sus bolívares en el mercado expresan que el venezolano ya no vive en la burbuja petrolera, sino en la burbuja suya personal que marca los tantos bolívares que recibirá por su trabajo, y así dependerá de su capacidad de emprender, de trabajar, de producir honestamente, y para ello solo requiere de una sola cosa, la libertad, y no me refiero no al libertad que pregonan los políticos, culpables todos por develar la gran verdad de vivir de un hábitat de mentiras, corrupción, ineficiencias y no del oficio real que dura toda una vida. Esos salarios comenzaran una nueva historia en unos 4 a 5 dólares por salario mínimo; es decir, el arranque será de cero, la burbuja petrolera los pateo uno por uno.

De esa manera, hoy habrá un precio en dólares -efectivo o moneda de cuenta personal- por un kilo de harina para arepas, como habrá un precio de una hora, una semana, cuatros semanas de trabajo, sea médico o buhonero, empleados propios de sí mismos, o de otros emprendedores, y sus ingresos los arbitrará el mercado, la oferta y la demanda las dos caras de la mano invisible lo dirá, un orden espontaneo garantizara que trabajar y emprender es la forma que toma todo beneficio.

En el futuro y partir de «hoy» la productividad y el emprendimiento serán las fuerzas que le darán intrínsicamente precio a nuestra valoración de las cosas que aprendimos y aprendemos y necesitamos hacer para obtener los medios para subsistir y reproducir. Para muchos el ingreso real de hoy será su punto de arranque, todo lo ocurrido ayer fue simplemente una burbuja que ya no existe y obra de grandes errores cometidos en los sesenta, particularmente de los patriarcas del petroleo que crearon una economía dependiente del petróleo al darle al Estado su propiedad y enajenar al individuos, el ciudadano de lo que hubiera podido extraer del subsuelo.

Sus ingresos han caído a niveles de quienes no puedan soportarlo, muchos con solo sus manos y cabeza y otros con ahorros deciden viajar a otros mercados y transar sus habilidades, conocimiento, oficio y trabajo, allí le valorarán más su trabajo y emprendimiento y experticias que en Venezuela, por ahora el mercado marcará y transará con libertad las cosas que hacemos y con las que necesitamos. Acá la mano invisible tambien hace su trabajo, y quien no creía en la mano invisible, es mejor que desde una vez crea en ella, es la mano invisible, el orden espontaneo, y su mano visible y su emprendimiento personal le dará los recursos para sostener y progresar con sus familias.

Pero no esperemos que esto continúe, la hiperinflación es un sistema, eliminarla requiere grandes reformas, una fiscal (privatizar masivamente), otra monetaria dolarizar las transacciones monetarias permitiendo a todas las valutas circular como monedas de curso legal y otra de la constitución, acabar con el socialismo y traer el capitalismo

De acuerdo a lo que ocurre en el mercado al estimar el poder de compra de esa moneda en circulación -bolivar electrónico- en las estadísticas del Banco Central se ha perdido en un 99% de ese poder de compra, fenómeno que nos comunica que la organización del país que tenemos adelante, solo contará con nuestro ahorro, nuestro trabajo, el de los ciudadanos, y desde luego de las cosas que la naturaleza nos colocó bajo tierra, hoy sin valor intrínseco alguno, nos exige ir a una organización económica y social donde el Estado no sea propietario ni productor y todas las codas que el Estado hoy posee deben ir a los ciudadanos, privatizarse, la gente trabajara para adquirir su ahorro, y ese ahorro no vendrá gratis sino atado al trabajo.

Sin embargo, los hombres de la política no han cambiado su forma de pensar, tirios y troyanos, gobierno y oposición mantienen ideologías similares, piensan y han pensado simétricamente en una sociedad igualitaria con un Estado y una población en condición de servil. La aplicación de políticas públicas con intervención del Estado en cada rincón económico visible y en cada movimiento como que emprendedor que el ciudadano intentara asumir, se estuvo destruyendo este pais en 70 años.

Ese fenómeno lo podemos palpar y aprender de nuestra historia reciente como el Estado -un ente abstracta- en poder de la política se convierte prácticamente en recurso personal, político y económico de grupos de interés, partidos políticos, asociaciones incestuosas entre el capital y la política, que se han apoderado y apoderan del Estado y de su fuerza coercitiva, para expropiar al ciudadano normal de las posibilidades de emprender directamente su futuro; no se lo permite; lo prefiere servil y adorador del Estado como un Tótem.

Todas esas cosas que tiene nuestra geografía habrá que producirlas y darles propietario al suelo em bienes y servicios en propiedad privada, el mercado y precios libres garantizarán que todo será elaborado con eficiencia, menores costos y grandes beneficios, cada uno obtendrá lo suyo en un mercado y precios libres, con propiedad privada protegida por el Estado. Ese sería su único oficio además de cuidar por el respeto a las leyes, la seguridad del individuo y el respeto a la propiedad de sus cosas, el mercado arbitrara lo de todos frente a todos, en adelante solo de esa manera se premiará el emprendimiento y el conocimiento, costos y beneficios y solo eso trae prosperidad; debemos pelear por quedarlos con nuestra libertad, ella nos hará ciudadanos útiles y familias prosperas.

Muchas apuestas, el gobierno iría por la dolarización para

continuar ganando tiempo…

Muchos esperan que el gobierno dolarice; los precios y una buena parte de las transacciones en el mercado se ejecutan a precios internacionales y en billetes de baja denominación del dolar. Los más optimistas hablan de dolarización espontanea en el mercado, y el gobierno forzado por escasez de divisas ha ido eliminando las restricciones que impedían a la gente comprar y vender divisas libremente, la gente ha venido comprando con sus billetes de dólares en efectivo que tenía guardado en sus zapatos, camas y bancos en el exterior.

Remesas enviadas por familiares trabajando el exterior son procesadas en el mercado, todos acepta el dolar, y rechazan el bolivar. Podemos afirmar que los preciosos han convergido a la paridad del bolivar respecto el dolar expresada en los precios de los bienes. La gente utiliza diferentes medidas de canje; a saber, bitcoin y otras criptomonedas, divisas, y muchas otras formas y caminos, y también el narco tráfico menudeo o pitufeo se ha activado desde que el BCV dejó que el bolivar se dolarizara a precio de la calle.

Pero no esperemos que esto continúe, la hiperinflación es un sistema, eliminarla requiere grandes reformas, una fiscal (privatizar masivamente), otra monetaria dolarizar las transacciones monetarias permitiendo a todas las valutas circular como monedas de curso legal y otra de la constitución, acabar con el socialismo y traer el capitalismo, solo que no pareciera este el rumbo del actual gobierno y tampoco lo que ofrece entre líneas Juan Guaidó quien es simpatizante de un socialismo vegetariano, pero socialismo al fin. Total, de acuerdo con lo hecho por ello hasta ahora, muchas reformas han ido en camino de la estatización, léase de la hiperinflación como sistema de financiamiento.

Las reformas que el gobierno ha ejecutado en los últimos veinte años nos han traído hasta acá. ¿Harían ellos ahora todo lo contrario? Pensamos que no, pero la sobrevivencia del gobierno es precaria, tiene todo el derechos devolverse, renunciar, e irse. El gobierno que entrase tendría los mismos problemas que el gobierno saliente, las mismas restricciones, tendría la ayuda internacional, pero esta ayuda como to almuerzo que no es gratis tendrá fuertes condicionamientos de los mercados, incluyendo al FMI, fundamentalmente, especie de Banco Central internacional.

Y así, finalmente el gobierno decide dejar «flotar» y aceptar la enésima devaluación/ depreciación del bolivar, el cual toma de inmediato los precios a los cuales los mercados paralelo compran y venden los dólares. Sabemos que a falta de pantalla y seguridad jurídica, la gente utiliza cualquier cosa que le permita hacer equivalente al bolivar del dolar siempre y cuando este precio se encuentre en el nivel de lo que cada quien acepte ese como su precio, la gente aprende con velocidad a valorar sus cosas, -en el margen, como debe ser- trabajo y precios sin la intervención del gobierno, la racionalidad en la mano invisible y el orden espontaneo le aplicaron al gobierno una gran derrota con pocos titulares de los medios que el gobierno controla en ambos mercados políticos patrones de medios y redes sociales.

La dolarización de precios y el dólar en un mercado aparentemente libre, pero sin seguridad jurídica que lo sostenga, es parte del principio. En ese sentido, algunos piensan que el Gobierno de Maduro llevará a cabo una cierta dolarización y otros piden que los salarios se expresen en dolares, la gente sabe que su punto de partida es muy bajo, se siente muy pobre, entre el petróleo en manos del Estado y la revolución socialista el venezolano promedio ha empobrecido -en términos per capita- el 75%, caso no común en la historia.

Venezuela llego a los máximos y me temo eso no ha terminado, la gente sabe que no porque sus salarios sean expresados y hasta pagados en dólares ellos no aumentaran de términos reales, dólares del día, pero está segura de que esos dólares en su bolsillo no se depreciaran/devaluaran, el gobierno no podrá imprimirlos y eso es ya un alcance importante.

Seguro estamos que cuando eso ocurra el ciudadano venezolano aprenderá que su actual pobreza no será resuelta de inmediato por ningún salto de birlibirloque de los que ofrece el Presidente Interino, Guaidó, el volumen de dólares libres que muestre no les alcanzara para sobrevivir, muchos seguirán como ha estado ocurriendo, emigrando, este mecanismo de huida es natural, la gente emigra a aquel pais cuya moneda no sufra la enfermedad sufrida como la que sufre el bolivar.

Efectivamente el Gobierno puede dolarizar, probablemente siguiendo la ruta de Zimbabue en 2009, cuando este pais dejo de imprimir dinero como moneda local y permitió a otras monedas, dólar, euro, libra, rupia, yen, etc. a ser utilizadas como moneda, así comenzaba la segunda dolarización de Zimbabue luego de registrarse entre 2009 y 2016 una voraz hiperinflación.

La dolarización como eje de poder de compra de las monedas mencionadas arriba comienza hasta hoy cuando el gobierno en octubre vuelve a crear otra moneda, sin sacar de circulación las monedas de reserva de valor convertibles con el dólar, yen, euro, y yen. Mientras tanto Zimbabue entraría a su tercera hiperinflación -en 30 años- durante 2019 en vísperas de la monetización de su nueva moneda prevista para el mes que viene.

Maduro podría dolarizar, no es difícil, en base dos escenarios. El primero, problemático, porque al no tener reservas en dolares para comprar los bolívares en circulación, y aceptando que el mercado, la gente, dolarizó precios al ritmo hiperinflacionario que dicta el colosal desequilibrio fiscal generado por un déficit en 45% del PIB que obliga al BCV a producir dinero electrónico -inorgánico- en magnitudes colosales y expandir así la liquidez monetaria.

Recordemos que no podrá emitir papel masivamente porque al Gobierno las casas que fabrican papel moneda no le otorgan créditos en virtud de los monos que el Gobierno tiene con ellas, por impago de deudas con esas empresas en montos de $385 millones.

Pero el problema para el gobierno venezolano es que esas valutas que se encuentren circulando en el mercado quedarían entre bancos privados, publico tenedor y mercados de bienes y servicios operando y cobrando sus bienes y colocando esas valutas en su cuenta en el BCV o banco y esas valutas irían a reservas, pero con el dominio y propiedad en poder de los tenedores que ofrecieron servicios y canjearon bienes con quienes pagaron en valutas esos bienes. Si el gobierno tiene los euros, este sería el segundo escenario, podría comprar esas valutas que el mercado cobraría por bienes y servicios, la operación entre tres, gobierno, mercado de bienes y servicios y tenedores de esas divisas.

La restriccion acá, la más importante, el gobierno si no tiene los euros para comprar las valutas en circulación, entonces la economía podría funcionar sin el BCV, lo cual ha sido siempre mi propuesta de dolarización, sin BCV y las divisas en el sistema financiero en poder de sus dueños, el mercado, entonces el fenómeno monetario seria simple y sencillo, cada dueño de un euro, yen, dolar, yuan, le vende sus divisas al importador, y los bancos se encargarían de hacer las transacciones, tendríamos un sistema financiero de divisas interbancario, el gobierno solo regularía que los derechos de propiedad y el marco jurídico que los protege funcione a perfección.

¿Podrá un regimen que tiene 20 años expropiando y nacionalizando y criminalizando la actividad económica comportarse decentemente? Puede ser, se iría la inflación y el gobierno no podría endeudarse más, no tendría dinero para ello. Pero el sistema no estaría vetado para crecer y desarrollarse sin necesidad de un banco central
Pero el ensayo de dolarizar del actual gobierno puede darle cierto tiempo político mientras una nueva hiperinflación entra en movimiento cuando el Estado no pueda pagar la factura del gobierno, servicios, deudas, etc., en el corto plazo reentraríamos a otra hiperinflación siguiendo siempre los pasos de Zimbabue y esperando que Maduro alcance a Mugabe en edad y sea Dios quien se lo lleve.

La historia no teminara hasta que el Estado y el Gobierno no se transformen y su gasto no exceda el 20% del PIB, y para lo cual solo la privatización podría ayudar, pero tambien masivas migraciones al exterior hasta que la mitad de la población venezolana -teóricamente- emigre, las necesidades habrán reducido y la pobreza crítica este aniquilando el resto de la población venezolana. Para esos momentos, los ingresos por remesas serán superiores al PIB, entraríamos en un mundo fantástico, los venezolanos emigraron para poder mantener en Venezuela sus familiares de la tercera edad.

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